Somos muchos colombianos los que nos preguntamos a diario que sigue ahora, no es fácil llegar a una conclusión precisa cuando prendemos el televisor, escuchamos la radio, leemos el periódico o miramos vía internet como al pasar los días se desvanece el posible acercamiento entre los gobiernos de Colombia con Venezuela y Ecuador.
Este texto no pretende estar a favor o en contra de alguien en particular, simplemente es la mirada de una Colombiana al levantarse e imaginar que va a pasar al siguiente día y de qué manera me ha afectado o afectara a los en las cosas que deseo hacer por mi país.
Hace un año se realizó la Cumbre del Grupo de Rio celebrada en República Dominicana poco después de la incursión militar de nuestro país en el territorio Ecuatoriano y llevar a cabo la operación fénix que consistía en atacar un campamento guerrillero de las FARC. A partir de este hecho las relaciones entre Colombia y Ecuador se fueron a pique, El gobierno colombiano se justificó mientras que Ecuador pidió reafirmar la inviolabilidad territorial a su soberanía.
Y que vine ahora… el gobierno de Colombia permite la presencia estadounidense en bases militares… y es ahí justamente el total disgusto de los gobiernos ecuatoriano y venezolano…
Sin embargo sin justificar acciones las decisiones de un gobierno no siempre pueden ser de gusto para otros, es entonces donde me pregunto si un campesino que sobrevive con lo que le dan por sembrar para ser exportado, un hombre que vive por traer gasolina o comercio de un país vecino para poder dar de comer a su esposa y 4 hijos y en ocasiones hasta 6, o las pequeñas industrias que se han visto afectadas por convenio ya hablados pero que han cambiado por estas “insuperables” diferencias. Todo esto porque simplemente por “alguien” que dice tener la razón, cambia las mañanas y los sueños de muchos que queremos un mejor país.
Es entonces donde me atrevo a afirmar que lo que sigue ahora no es más que una rivalidad injustificada que por dignidad y orgullo de determinados gobiernos se olvidad que detrás de todo esto somos nosotros los colombianos, que nos levantamos a diario a seguir soñando y aún así permanecemos callados.
No solo son las familias de los secuestrados, los grupos que trabajan por las comunidades, las diferentes religiones o los mismos dirigentes políticos que gritan a diario que es necesario establecer una buena relación, pero es claro que todo esto sucedería después de un largo periodo en que se calmen “los humos” de cada gobierno por sentirse afectado…
Pero como dicen algunos, “esto se jodio, mientras estos tres presidentes continúen en el poder nos lleva el que nos trajo… o es uno o el otro pero tres y tan cercanos es casi imposible descifrar que es lo que realmente quieren
Al fin y al cabo yo como colombiana al igual que usted el que lee estos reglones seguiremos levantándonos preguntándonos en definitiva “ ¿Qué sigue ahora? Una pregunta que a pesar de leer, ver y opinar, sigue sin responder.
Este texto no pretende estar a favor o en contra de alguien en particular, simplemente es la mirada de una Colombiana al levantarse e imaginar que va a pasar al siguiente día y de qué manera me ha afectado o afectara a los en las cosas que deseo hacer por mi país.
Hace un año se realizó la Cumbre del Grupo de Rio celebrada en República Dominicana poco después de la incursión militar de nuestro país en el territorio Ecuatoriano y llevar a cabo la operación fénix que consistía en atacar un campamento guerrillero de las FARC. A partir de este hecho las relaciones entre Colombia y Ecuador se fueron a pique, El gobierno colombiano se justificó mientras que Ecuador pidió reafirmar la inviolabilidad territorial a su soberanía.
Y que vine ahora… el gobierno de Colombia permite la presencia estadounidense en bases militares… y es ahí justamente el total disgusto de los gobiernos ecuatoriano y venezolano…
Sin embargo sin justificar acciones las decisiones de un gobierno no siempre pueden ser de gusto para otros, es entonces donde me pregunto si un campesino que sobrevive con lo que le dan por sembrar para ser exportado, un hombre que vive por traer gasolina o comercio de un país vecino para poder dar de comer a su esposa y 4 hijos y en ocasiones hasta 6, o las pequeñas industrias que se han visto afectadas por convenio ya hablados pero que han cambiado por estas “insuperables” diferencias. Todo esto porque simplemente por “alguien” que dice tener la razón, cambia las mañanas y los sueños de muchos que queremos un mejor país.
Es entonces donde me atrevo a afirmar que lo que sigue ahora no es más que una rivalidad injustificada que por dignidad y orgullo de determinados gobiernos se olvidad que detrás de todo esto somos nosotros los colombianos, que nos levantamos a diario a seguir soñando y aún así permanecemos callados.No solo son las familias de los secuestrados, los grupos que trabajan por las comunidades, las diferentes religiones o los mismos dirigentes políticos que gritan a diario que es necesario establecer una buena relación, pero es claro que todo esto sucedería después de un largo periodo en que se calmen “los humos” de cada gobierno por sentirse afectado…
Pero como dicen algunos, “esto se jodio, mientras estos tres presidentes continúen en el poder nos lleva el que nos trajo… o es uno o el otro pero tres y tan cercanos es casi imposible descifrar que es lo que realmente quieren
Al fin y al cabo yo como colombiana al igual que usted el que lee estos reglones seguiremos levantándonos preguntándonos en definitiva “ ¿Qué sigue ahora? Una pregunta que a pesar de leer, ver y opinar, sigue sin responder.
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